Bones, amb 'sabor a poco' . Solsament tres dies i mig de desembarc

El passatge Lamare

La Antártida es espectacular.
La pena es que el viaje de ida y vuelta sea demasiado largo y pocos los días de estancia!

Las inmensas colonias de pingüinos y los impresionantes paisajes para nosotros solos, sin más turistas y totalmente inmaculados.

Ha sido, sin duda, el sitio más espectacular de los que he estado hasta la fecha.
El viaje excelente, navegamos por el pasaje de Drake con buen tiempo a la ida, la vuelta se movió un poco más. La tripulación del barco, tanto la de servicios generales como la de expedición, se desvivía por nosotros.
Los días de navegación entre las charlas y las comidas (nos daban como mínimo cinco al día, normalmente seis) se pasaban muy rápido. Las charlas fueron muy interesantes, casi todos los guías con mucha experiencia en la Antártida, y aquí estuvo nuestro fallo: no dominar mejor el inglés para sacarles más provecho.
Me ha sabido a poco, pero ha valido la pena.

No podría elegir nada en particular. Ha sido maravilloso navegar rompiendo el hielo mientras oyes como se rompe, en zodiac entre icebergs, los pinguinos(es increible estar sentados en medio de una colonia y verlos pasar a tu lado), tuvimos la suerte de ver orcas, aunque más bien ellas eran las que nos observaban... Y el paisaje, montañas de más de mil metros al lado del mar totalmente heladas y los glaciares cayendo sobre el mar.
Para mí ha sido una experiencia única.