Algunas frases hechas o refranes están equivocados. Polvo eres y en polvo de convertirás. Error. Somos agua. El líquido elemento gana en cantidad a cualquier otro tipo de partícula que podamos encontrar en nuestro cuerpo. Y necesitamos agua. Agua es vida. La superficie de la Tierra está dominada por los mares, y es en sus orillas donde la vida bulle. Por no hablar de lagos y ríos, muchas veces la cuna de civilizaciones, o las primeras «autopistas» de la historia de la humanidad y que conectaron civilizaciones remotas.
En tus próximas vacaciones te proponemos una serie de viajes en que el agua es el medio en el que nos moveremos, y el elemento protagonista. En piragua, en kayak o navegando a vela. Por el sur, muy cerca del Polo Norte, en ríos o surcando el mar…
Veamos algunos viajes en los que el agua es el elemento principal.
Recorrer el río Senegal en nuestra piragua es un medio perfecto para tomarle el pulso al país de una manera calmada, viajando poco a poco y parando para conocer lugares raramente frecuentados por turistas. La piragua es el medio ideal para acercarnos a poblaciones que reciben pocas visitas de extranjeros, por lo que disfrutaremos de la autenticidad de los lugareños y de su hospitalidad. La visita a la colonial ciudad de San Luis y a la evocadora isla de Gorée frente a la costa de Dakar completan los días de este original recorrido por África.
Groenlandia es una de las últimas fronteras de nuestro planeta. Un espacio prácticamente virgen cuyo interior aparece todavía en blanco en la mayoría de mapas. En el sur de la isla, la costa se deshace en fiordos e islotes, formando magníficos paisajes que se abren al visitante en el corto verano polar. Esta propuesta es una travesía de 160 kms en autonomía y sin barco de apoyo en un ambiente de expedición. Navegaremos entre icebergs en compañía de focas, caribús y ballenas, conviviendo con los inuits y contemplando los grandes frentes glaciares y el misterioso inlandis.
El archipiélago de Svalbard representa la tierra más lejana hacia el norte europeo que puede alcanzar una expedición no profesional. Fiordos, glaciares y una abundante vida salvaje -osos polares, morsas, focas…- , se muestran al visitante en el corto verano polar.
A bordo del Noorderlicht, una magnífica goleta clásica de dos mástiles acondicionada para la navegación polar tendremos la oportunidad de participar en estas expediciones que entre junio y agosto recorren el litoral noroeste o circunnavegan la isla.
La península de Musandam, en el estrecho de Ormuz, esconde rincones extraordinarios en un paisaje marcado por las montañas y los fiordos que éstas forman al adentrarse en el mar. ¿Quién diría que hay fiordos en este lugar del mundo? Proponemos un viaje en el que durante 5 días recorreremos con nuestros kayaks las calas y bahías de transparentes aguas y no será raro que los delfines salgan a nuestro encuentro. Ruta activa ya que aparte de las etapas de navegación se realizarán caminatas de exploración por las montañas de los alrededores.
Una ruta ambiciosa en barco remontando el Río Negro, que se dirige hacia algunos de los espacios naturales más fascinantes de la Amazonia, penetrando en la mayor selva tropical del planeta. La ruta estará guiada por Ángel Cánovas, biólogo y reportero gráfico especializado en ictiofauna (fauna acuática) y zonas de vegetación selvática. Esta combinación nos permite realizar una ruta alejada de los lugares más visitados, profundizando en el conocimiento de la flora y fauna amazónica, y de su población local.
Situado a 190 kilómetros del Círculo Polar el fiordo de Efjord ofrece abrigo y aguas cristalinas, ideales para una ruta en kayak de mar. El circuito propone excursiones y rutas de una duración no superior a tres horas y de baja dificultad. Vive la naturaleza de Noruega en el esplendor del verano.
Navegación por la costa mediterránea del sur, conocida como costa Licia, disfrutando de la tranquilidad de las bahías, baños en sus aguas cristalinas y excursiones en tierra.
Las embarcaciones, construidas en madera de forma artesanal, reciben el nombre de ‘Goletas’. El viaje puede completarse con una estancia en Estambul y una extensión caminando por los laberintos de la Capadocia.
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