Nutrición recomendada para Marathon des Sables

He leído en algún documento de la organización del Marathon des Sables que recomiendan un mínimo de 3.000 a 4.000 kilocalorías/día por participante. ¡4.000 kilocalorías son muchas! No tengo ni idea de cuántas calorías o kcal ingiero cada día, pero tendré que calcularlo.
Hoy me he levantado a las 06.10 horas de la mañana. Me he tomado un café con leche, 150 ml de café y 150 ml de leche que suman unas 77 kcal. He desayunado sobre las siete y media una taza de cereales con leche semidesnatada, que aportan unas 280 kcal. Un bocadillo pequeño con tres lonchas de chorizo y un poco de aceite de oliva añaden 175 kcal a la lista. Cuatro galletas Chiquilín con leche suman 240 kcal más. Otro café con leche de 77 kcal sobre las once de la mañana, suman un total de 849 kcal introducidas en mi cuerpo a media mañana.

Sobre las dos y media he almorzado un plato de 150 gramos de pasta fresca con queso, equivalentes a unas 320 kcal. De segundo un bistec de ternera de unos 80 gramos con patatas fritas, que traducidos a kilocalorías estarán sobre las 350 kcal.

Dos mandarinas a 47 kcal cada una y finalmente de postre 120 kcal más en formato de yogur de frutas.
A las tres de la tarde ya he introducido en mi cuerpo 1.733 kilocalorías. Resumiendo el resto que queda de día, calculo que sin merienda puedo llegar a consumir hasta 2.800 o 3.000 kilocalorías por día. Ahora, después de ver que trabajando sentado y sin moverme mucho consumo lo que acabo de indicar, creo que el cálculo de la organización del MDS de 4.000 kcal se queda corto para mí… Después de correr con una mochila de 10 kilos una etapa de 35 kilómetros por el desierto, creo que con una barrita no apagaré mi hambre, necesitaré un camello entero. ¿Tal vez pueda ayudarme una reducción de estomago? No, no hay tiempo, quedan pocas semanas… El método del cinturón apretado es una versión simple para reducir el espacio estomacal. Se coge un cinturón y se aprieta de manera que el dolor que produce obliga a olvidar que se tiene hambre…

¡Dios mío, qué hambre pasaré! Voy a comer algo más. Tendré que cambiar de estrategia. En lugar de cargar con un supermercado encima, intentaré comérmelo estas semanas y así llevármelo puesto.