ritmo
Sin duda este es el componente más importante de toda actividad. El ritmo siempre debe ser regular, empezando por uno suave que permita un buen calentamiento y, poco a poco, incrementándolo hasta llegar a la velocidad más cómoda para nosotros, acorde con la forma del terreno y nuestro propio estado físico. Si desconoces cual es el tuyo, ten en cuenta que la mayor parte de una ruta debe hacerse a un ritmo en que se pueda hablar a la vez que caminar. Si nuestro ritmo nos lleva a un estado de fatiga constante, siempre al límite, nos va a resultar imposible disfrutar de la excursión.
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Si puedes hablar a la vez que caminas, llevas el ritmo adecuado
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EQUILIBRIO
La principal causa de lesiones en la montaña son las caídas. Procuraremos caminar apoyando toda la planta del pie,levantandolo bien en cada paso y fijándonos en donde pisamos. Los bastones pueden ser una muy buena ayuda. Al cruzar zonas rocosas buscaremos pisar las piedras más grandes, con menos probabilidad de que se muevan. Si las rocas estuvieran mojadas, debemos extremar las precauciones o incluso evitar ese tramo si es posible. La distribución del peso de la mochila así como su correcta fijación a la espalda son elementos que pueden afectar muchísimo nuestro centro de equilibrio.
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R. Montenegro
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Para los adultos, se recomienda una parada de 10 minutos cada hora
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PARADAS
En toda ruta montañera es necesario pararnos de vez en cuando. Para los adultos, una parada de 10 minutos cada hora suele ser suficiente, pero con niños las paradas deberán ser más frecuentes. Durante los descansos nuestro cuerpo pierde calor muy rápidamente, así que es importante abrigarse, y evitar pausas tan largas que nuestros músculos se enfríen del todo. Las paradas nos permiten recuperar el aliento, beber agua, tomar algunos alimentos energéticos (chocolate, barritas...), descansar del peso de la mochila, y lo más importante: contemplar sin prisa el paisaje
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¿pensando en hacer un trekking?
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