Un lugar en el que la casa y los bienes de la familia pasan de madres a hijas y donde el linaje lo transmiten las mujeres.
Entre los minangkabau el principio materno educa a los niños en el respeto a los mayores. El cariño a los hijos se vive de una forma natural, desde el constante diálogo con ellos, nunca con el castigo o la imposición.
Niní enseña a sus hijos la amistad y a dar amor a los más débiles, también que, por el bien de todos, los enfados deben resolverse en tres días.