Nos levantamos cuando el sol empieza a calentar (en invierno) o poco después de que salga en épocas de más calor. El desayuno ya está preparado y sentados junto al fuego planificamos la etapa del día. El aseo matinal: Con nuestro neceser, toalla y una botella de agua, buscamos un rincón privado. Aunque el desierto es grande, al montar el campamento ya hemos delimitado un espacio resguardado para el aseo personal.
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UNO DE LOS MEJORES MOMENTOS DEL DÍA
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LA CAMINATA DE LA MAÑANA Después de desayunar, recogemos nuestro equipaje y lo dejamos listo para cargar en los vehículos. Mientras el equipo de chóferes y cocineros desmontan el campamento nosotros echamos a andar en compañía de uno de los guías. Es un momento mágico en el que nos sentimos parte de nuestro entorno.
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K.Girard
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Aire fresco, paisajes espectaculares y esa sensación tan fantástica de nadie en
muchos kilómetros alrededor. Puede pasar una hora o dos antes de que los vehículos nos recojan. Sentimos que somos parte del entorno.
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EN RUTA
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CONDUCIMOS HASTA LA PARADA DEL MEDIODÍA El vehiculo es nuestra segunda casa. Nos detenemos en los lugares másespectaculares y también ante lo inesperado. A veces el terreno es complicado y hay que ver como se sortea un campo de dunas, o encontrar los restos de una antigua pista que nos lleva a nuestro destino. O recoger leña para el fuego. Conducir por el Sahara es toda una aventura.
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A veces encontramos lugares habitados. Somos una novedad, y los locales nos miran
con curiosidad
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Pocos conductores son capaces de circular por el interior del mar de arena. Hay que saber leer las dunas
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Pistas solitarias
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Al mediodía buscamos un lugar resguardado para preparar el
almuerzo. Mientras el cocinero se ocupa
de la comida (y los conductores del buen estado de los vehículos) nosotros
aprovechamos jugar en las dunas, charlar o descansar en la sombra si hace calor.
La mesa y las sillas: En lugares como Sudán, disponemos de
un buen equipo de camping, con mesas y sillas confortables; en otros destinos el material
es más precario, con simples taburetes para sentarse.
Las colchonetas
para el suelo y la alfombra-mantel entrarían en la categoría de clásicos
saharianos, pero lo que nunca falta es la tetera calentándose junto a la hoguera.
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Una charla a la sombra
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Saludos desde el mar de arena
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LAS EXCURSIONES
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QUÉ NOS ESPERA AHÍ DENTRO El adjetivo vacío solo es aplicable a determinadas áreas del desierto. En otros
lugares encontramos restos arqueológicos, oasis o grupos de pastores que se desplazan
con sus rebaños.
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Es una tentación irresistible caminar hasta a ese árbol solitario, o esas piedra gigantes, o…
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Además de una tradición, en el Sahara la hospitalidad es también cuestión de supervivencia
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Arqueología en Sudán
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A pesar de las apariencias, quizás en lo esencial no somos tan diferentes. Una sonrisa rompe fronteras
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Las paredes de las cuevas nos cuentan la historia de untiempo en el que el desierto estaba habitado
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EL CAMPAMENTO
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LAS NOCHES DEL DESIERTO Llegaremos a nuestro destino antes de que anochezca, con tiempo para montar el campamento y pasear por estos lugares mágicos
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Montamos las tiendas o escogemos nuestro lugar para vivaquear en caso de que prefiramos tener el cielo como techo. El cocinero prepara la cena, y nosotros aprovechamos para disfrutar de las últimas horas de luz para explorar el entorno.
Comemos al caer la noche junto al fuego; escuchamos historias sobre el desierto, y sus (innumerables) leyendas. O cantando al ritmo de la percusión de un par de bidones de gasolina… Las noches del desierto son inolvidables
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Juancho Pozuelo
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VIAJES AL SAHARA - PRÓXIMAS SALIDAS
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