Etiopía es un continente dentro de un continente donde se cuentan las más variopintas leyendas desde que el Preste Juan creó un reino en el lugar donde supuestamente estaba la fuente de la juventud hasta que todos los que reinaban descendían de la reina de Saba. Existen lugares en los que parece que el tiempo se haya detenido en la prehistoria y otros en los que encontramos castillos que parecen sacados de la nobleza europea. Incluso dicen que hay un lugar donde se guarda el Arca de la Alianza.
África es el continente en el que surgieron las diferentes especies que dieron lugar al ser humano, y Etiopía una de sus cunas. El territorio que vio nacer a la humanidad ha sido descrito en los libros sagrados de las tres grandes religiones monoteístas. Así, en la Torá, y por tanto en el Antiguo Testamento, se habla de Séfora, la mujer etíope de Moisés. Mahoma recomendó a un grupo de musulmanes perseguidos en la Meca que viajara a las tierras de Abisinia, donde gobernaba un “rey que no trata injustamente a nadie”; y el León de Judá, símbolo de la tribu de la que según la tradición hebrea provenían los ancestros de David, formó parte de la bandera etíope en varios momentos históricos.