Con cien millones de habitantes, Etiopía es el segundo país más poblado del África y una de las potencias emergentes del continente.
Viajar a Etiopía es transportarse a un lugar donde se encuentran algunas de las tribus más impresionantes de la tierra, desde un punto de vista visual e histórico. Los paisajes de exultante verde se entremezclan con inhóspitas tierras, un lugar fascinante con una historia legendaria.
Existen aproximadamente 15 grupos étnicos en Etiopía, algunos de ellos en peligro de extinción, que viven fieles a sus costumbres y tradiciones desde hace siglos.
Estas son cinco de las etnias más sorprendentes de Etiopía;
Los Hamer son una de las tribus más hospitalarias y abiertas de todo el Valle Omo. Suelen llevar una gran cantidad de decoración en el cuerpo, desde marcas en la piel hasta diferentes adornos como pulseras, collares, etc.
Las mujeres lucen peinados muy elaborados, que moldean con barro y mantequilla.
La etnia Mursi habita en chozas y eluden el rio Omo por temor a la mosca tsé-tsé. Tienen la creencia de que todo está vivo, estableciendo una relación muy respetuosa con el entorno.
En público las mujeres llevan grandes discos en el labio inferior, algo que incrementa su belleza para futuros pretendientes, cuanto mayor es el plato más elevadas serán las expectativas de realizar un buen matrimonio.
La etnia Borana se sitúan al sur de la Región de Oromo, en la provincia de Sidamo. Es un pueblo seminómada, aunque en los últimos tiempos están optando cada vez por la agricultura. En la actualidad hay 200.000 personas aproximadamente que se identifican como Boranas.
Un 90% de los borana son musulmanes y casi el 10% restante son cristianos.
Como los Mursi, las mujeres Surma usan discos labiales. Son una etnia seminómada cuya pintura corporal es muy elaborada, se calcula que la integran 45.000 miembros.
Por lo general practican el pastoreo y la agricultura, y en ocasiones también la caza.
Es considerada una de las etnias más remotas, auténticas y espectaculares de Etiopía.
El territorio de los Karo está al sureste del río Omo. Decoran sus cuerpos con pinturas, a las que añaden flores y ornamentos vegetales muy característicos de este grupo étnico.
La decoración corporal representa su posición social o algún logro alcanzado, y a menudo sirve para resaltar su belleza.
Los apenas mil individuos que quedan viven en pequeñas aldeas a lo largo del río Omo. Tienen un pasado común a los a los Hamer, con quienes comparten la misma lengua.
Si en el norte de Etiopía afloran las raíces de tradición cristiana, el sur está estrechamente ligado a los orígenes de la humanidad. Las quince tribus que habitan en esa zona viven inmersas en un universo simbólico donde cualquier objeto, ornamento y cicatriz está repleto de significado.
El norte es tierra de cristianos que han dejado como testimonio sus antiguos monumentos.
En el sur, África Negra, conviven pueblos culturalmente muy diversos, que se extienden a lo largo del río Omo.
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