Viajar al archipiélago de Svalbard representa conocer el territorio europeo más septentrional que puede alcanzar una expedición no profesional. Navegar en un moto-velero por estas latitudes es una experiencia única, que permite un contacto más personal con el medio polar.
Fiordos, glaciares y una abundante vida salvaje –osos polares, morsas, aves migratorias…- se muestran al visitante durante el corto verano polar.