Cruzar un país desconocido de arriba abajo es una de los sueños de cualquier viajero curioso. Una expresión que significa de un extremo a otro, de principio a fin, sin dejar nada. Así es nuestro viaje a Mozambique, una ruta que permite conocer la antigua colonia portuguesa de manera casi integral, ya que en verdad, nunca es posible abarcar la totalidad de un país.
Nuestra propuesta traza un recorrido atravesando parques naturales de grandes valores paisajísticos y repletos de vida animal. África en su máximo esplendor. Aunque empezaremos desde “abajo”, desde la capital, la vibrante Maputo, iremos cruzando el país siempre siguiendo el norte de nuestra brújula.
Safari en el Parque Nacional de Gorongosa
Una de las perlas de nuestro viaje son las jornadas que dedicaremos al Parque Nacional de Gorongosa, uno de los más interesantes de África, en parte debido a su pasado “desgraciado”. Y es que la guerra que asoló Mozambique desde 1977 hasta el año 1992 tuvo graves consecuencias para la fauna del parque, con cazas indiscriminadas. También por el abandono y olvido de sus instalaciones durante este lamentable período. Pero la parte positiva es que hoy nos encontramos con un espacio natural con animales para nada acostumbrados a las caravanas de todoterrenos y la presencia masiva de turistas. Es en este sentido que podemos decir que el Parque Nacional de Gorongosa mantiene un espíritu de pureza inaudito en África.
Desde la restitución de la ansiada paz en el país, se han emprendido programas de repoblación de especies autóctonas y se destinan recursos a la conservación y protección de sus más de 4.000 kilómetros cuadrados. Así es posible observar, si la suerte acompaña en nuestro safari, leones, leopardos, cebras, cocodrilos, hipopótamos, búfalos, todo tipo de antílopes y manadas de elefantes. Por no mencionar una infinidad de aves, insectos y criaturas de lo más variado. Las cámaras de los que visitan el parque vuelven con grandes tesoros capturados en sus tarjetas de memoria.
El viaje a Mozambique de norte a sur nos permitirá atravesar el país y conocer sus atractivos naturales, la variedad de sus paisajes y la riqueza antropológica de sus habitantes. El periplo finaliza en la seductora Ilha de Mozambique, Patrimonio de la Humanidad desde el año 1991.