Excepcional, viaje donde se ha combinado el conocimiento de ciudades tan impresionantes como Rio, Sao Luis, Salvador de Bahía, centros históricos impresionante, o Sau Paulo, con parques naturales de ...
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Excepcional, viaje donde se ha combinado el conocimiento de ciudades tan impresionantes como Rio, Sao Luis, Salvador de Bahía, centros históricos impresionante, o Sau Paulo, con parques naturales de patrimonio mundial como Iguazú (la vista aérea de las cataratas, su paseo por el lado brasileño y el argentino, sentirlas de cerca con el paseo en barco o apreciarlas a la luz de la luna despiertan todos los sentidos) y la dunas de Lencos Maranhenses (el baño en sus lagunas de agua dulce y su vista aérea hay que vivirlo). La visita al pueblo histórico de Ouro Preto y Tiradentes muy interesante para conocer la historia de las minas de oro, sus casas coloniales o sus iglesias barrocas. La estancia de dos días a Morro de Sau Paulo, en la isla de Tinharé, permitió disfrutar de sus playas y reponer energías para continuar la última parte del viaje. La Chapada Diamantina, patrimonio brasileño, te sorprende por la inmensidad de todo, su pozo encantado, su lago azul o la impresionante gruta de Lapa Doce donde puedes dejar volar tu imaginación con las formaciones de estalactitas y estalagmitas y para completar la visita la subida al Pau Ignacios y apreciar desde lo más alto toda la extensión de la Chapada Diamantina. Por último, antes del regreso a España, dos días para disfrutar de la línea verde de Itacimirin con sus impresionantes y kilométricas playas junto a los cocoteros.
Lo mejor del viaje:
La combinación del conocimiento histórico de grandes ciudades con la vivencia de los parques naturales y disfrutar de playas paradisiacas; y mención especial al descubrimiento de sus gentes, su hospitalidad ha superado mis expectativas y, todo hay que decirlo, a desmontar mitos.