Este año han sido 173 los concursantes que han participado en el concurso con un total de 712 imágenes de las cuáles 72 pasaron la primera ronda. Si tenéis tiempo y curiosidad podéis entrar y ver las 72 fotos : Un nivel de calidad y frescura verdaderamente sorprendente. Después hicimos una selección de las 22 mejores fotos que entregamos al jurado. Y ahora ya sí que sí. Llega el momento de anunciar los ganadores del Concurso de Fotografía 2017. Y entre estas finalistas, la periodista Elena del Amo ha decidido los tres premios. Muchas gracias a todos por participar. Nos encanta ver el mundo a través de vuestro objetivo.
Y el premio es …..
No ha sido una decisión sencilla. Elena, el jurado, nos lo cuenta:
…La primera la veía clarísima, pero con otra tenía alguna duda...había un retrato también muy bello pero donde la protagonista muy probablemente estaba colocada ahí para que le hicieran fotos. No era «culpa» del fotógrafo, claro, que reflejó con mucha sensibilidad y manejo de la luz lo que tenía delante, pero, puestos a elegir, para mí tiene más valor una imagen poderosa donde el protagonista no está de alguna manera posando…
Para terminar con un deseo: ojalá os guste la elección
Primer premio – Caminando en la tormenta de arena (Sudán), Pilar Sierra
Segundo Premio – Kamchatka-2 (Rusia), Joseba García Celada
Elena del Amo: Te mete de lleno en situación con esta composición alejada de la típica postal. Es mucho más que un paisaje bonito, ya que el que mira la foto se cuela en su interior, como si fuera el siguiente en la fila y casi casi el «dueño» del brazo que se corta a la izquierda de la imagen. También la inclinación del horizonte nos da la perspectiva que podríamos tener caminando junto al grupo… No necesitamos ver sus caras de esfuerzo; de eso ya se encarga la atmósfera heladora y tan bien reflejada del entorno.
Tercer Premio – Catedral Mtskheta (Georgia), Luis Alberto Benito
Elena del Amo: No siempre es fácil acercarse mucho con la cámara a un adulto –con los niños a menudo es distinto–, máxime en una situación del recogimiento que encierra esta imagen. En ocasiones he trabajado con fotógrafos que lo hacían de una forma bochornosa, otros que con un simple gesto se ganaban al sujeto en cuestión para que no se sintiera incómodo ante su objetivo, y otros que parecían volverse invisibles y captaban el momento sin que nadie se percatara. Quiero pensar que el autor de esta imagen, tan intimista y llena de misterio, pertenece a alguna de estas dos últimas «razas» de fotógrafo