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En el medio del Atlántico, lejos de todo, la isla de Madeira se levanta como una montaña de lava y basalto sobre las aguas del oceano. Su interior es extremadamente accidentado, un laberinto de barrancos verdes sobre los que discurren las levadas, antiguas acequias que distribuían el agua por toda la isla.
En la isla de Madeira se encuentran restos del original bosque húmedo de Laurisilva de Madeira, declarado Patrimonio de la Humanidad.
Acompañando las antiguas levadas realizaremos caminatas de nivel básico/moderado. Senderos entre formaciones de basalto, lava y verdes barrancos, con espectaculares vistas sobre el Atlántico nos acompaãn durante todo el camino. La hospitalidad de las pousadas espera al final de cada jornada.
El viaje
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> Viaje en grupo reducido |
20 imágenes de nuestro viaje a Madeira en Semana Santa
