Es probable que muchos de los viajes a Noruega de los que habrás tenido noticias se inscriban en los fiordos noruegos cercanos a las ciudades de Bergen o Stavanger. Allí están los fiordos más populares que se llenan de turistas cada año. Y es que los fiordos noruegos en verano son una gran atracción para todos los que vuelan al país nórdico, o los que pasan sus vacaciones en los fiordos a bordo de uno de los muchos cruceros que bordean la costa durante la época estival. El conocido Preikestolen, o púlpito en español, es muy conocido como reclamo en el fiordo Lysefjord, cerca de Stavanger.
Pero nosotros evitamos el mogollón, y por eso te vamos a hablar de otro viaje por los fiordos noruegos. Un viaje para conocer un entorno único a más de 1.700 kilómetros de distancia de los destinos antes mencionados. Nos vamos a conocer un territorio virgen, allí donde anida la águila pescadora de mayor envergadura del mundo. Un fiordo preservado de la multitud, rodeado de picos majestuosos y que curiosamente presenta unas playas donde acamparemos que recuerdan el Caribe.
Kayak y senderismo en la bahía de Efjord
La naturaleza se muestra en todo su esplendor en los intensos meses de verano en el norte de Noruega, y nosotros realizaremos una inmersión total en el medio. Nos situamos en la provincia de Nordland. Allí, situado a 190 kilómetros del Círculo Polar, el fiordo de Efjord ofrece abrigo y aguas cristalinas, ideales para una ruta en kayak de mar.
En este entorno preservado y privilegiado transcurre nuestro periplo, que combina jornadas de remo tranquilo en grupo reducido con otras en las que nos calzamos las botas para caminar por los senderos que nos llevarán a excelentes puntos de observación. Desde estas atalayas naturales podremos jugar a contar los miles de islotes que parecen flotar entre los brillos azuladas del mar.
El fiordo nos proporciona abrigo y comida
Nos integraremos de tal manera en el fiordo noruego de Efjord que dormiremos en campamentos levantados durante nuestra aventura, haciendo vivac. Con los kayaks a buen recaudo repetiremos el ritual de cada noche, preparando una buena hoguera y cocinando las capturas cobradas durante el día. ¡Hay que sacar provecho de la abundante pesca en la zona! Es el momento de comentar las anécdotas y los mejores momentos del día, mientras parece que la noche cerrada nunca llegará a cubrir del todo el paisaje que nos rodea. ¡Qué corta es la noche en estas latitudes, y qué bien se duerme tras una buena caminata o singladura en kayak de mar!
Divisamos las Islas Lofoten
Desde las cimas de las montañas que resguardan el fiordo tendremos el privilegio de divisar las Islas Lofoten. Otro premio a las 3 o 4 hores de trekking será sin duda la visión del obelisco que corona el monte Stetind (1.381 m.). Una bella montaña, que en el año 2.002 fue votada como la montaña nacional de Noruega. Su cima se resistió a los escaladores hasta el 30 de julio de 1910, lo que nos indica la dificultad de su ascensión.
En el fiordo de Efjord reina la calma y la tranquilidad, y lejos de la concentración de turistas transitaremos por uno de los parajes mejor conservados de Noruega. Este es un viaje ideal para todos aquellos amantes de los espacios abiertos que quieran descubrir y disfrutar la naturaleza nórdica en el esplendor del verano.