Tailandia, Camboya, Vietnam, Laos y Mianmar, a simple vista, parecen países muy diferentes entre sí, tanto como pueden serlo España, Italia y Francia para un viajero que planea su viaje a la Europa Mediterránea. En este post encontraréis unas pinceladas sobre cada uno de los destinos con lo que se puede hacer, lo que se hace y como se hace para que podáis deshojar la margarita con tranquilidad.
Tailandia -Bamboo rafting – Roser Prieto
Tailandia
Un destino turístico de escala planetaria donde encontrar casi todo aquello que se busca: aventura, espiritualidad, cultura, ….
Si dejamos atrás los lugares de visita habitual nos encontramos con espacios donde la naturaleza está prácticamente intacta: caminar por las montañas de norte de Chiang Mai o recorrer el sureño parque de Kao Sok son dos aventuras que no se olvidan fácilmente.
Vietnam – Ofrendas – Carmen Caro
Vietnam
Campos de arroz, Halong Bay, el delta del Mekong, y las minorías étnicas… Todo lo que uno imagina sobre el sudeste asiático está aquí.
Vietnam concentra todos los atractivos que el imaginario viajero sitúa en el sudeste asiático: una verdadera postal enviada desde el otro extremo del mundo. Pero el país es también tecnología punta y una actividad desbordante durante las 24 horas una realidad muy alejada de las áreas rurales.
Camboya – Silenciosa maravilla – Alberto Barasoain
Camboya
Durante años, Camboya ha sido conocida casi exclusivamente por los fabulosos templos de Angkor. El país se ha ido abriendo al visitante y actualmente es una delicia para el viajero. La historia de país, con episodios tan interesantes ( y terribles) como la irrupción de Pol Pot, un río poderoso con una naturaleza espectacular en sus orillas, que en algunos lugares está prácticamente inexplorada. Y claro, Angkor, un lugar que por si solo justifica el viaje.
Laos – Valle del Ngoi – Carmina Rodellar
Laos
Cerrado hasta 1970, en Laos es todavía posible encontrar sin demasiado esfuerzo la Indochina de antaño. Viajar a este país presenta todavía un componente de aventura: las infraestructuras son precarias, e ir mñas alla de Luang Prabang requiere aceptar ciertas limitaciones.
Myanmar – Atardecer en U Bein – Josep Masalles
Myanmar
Un país tranquilo y acogedor, que ha vivido de espaldas al turismo durante largos períodos. Sonrientes caras blancas y túnicas color azafrán por doquier. Templos de todas las formas y colores y Bagán, con más de 2000 pagodas en su imensa llanura.
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