Viajar en pequeños grupos, evitando aglomeraciones y tratando de llegar a aquellos lugares ocultos para el turismo convencional, forma parte de nuestro ADN desde hace 40 años.
Desde siempre hemos «viajado allí donde terminan las rutas habituales», priorizando el turismo responsable.
Viajar fuera de las rutas habituales nos permite, además, descentralizar el turismo, contratando servicios fuera de las rutas convencionales y contribuyendo de este modo a la desmasificación y al reparto de la riqueza en los países de destino. Es nuestro modelo de turismo responsable.