Al parecer, éste es el tema principal de conversación entre los 849 participantes del 26º MDS.
Los corredores de la península ibérica salieron el sábado en el vuelo Madrid – Errachidía, donde unos autobuses los transportaron de un oasis a otro hasta Erfoud y luego a Rissani, a 15 Km de las dunas de Dar Kaoua, donde tendría lugar la salida. Sinceramente, ni siquiera sé cómo Pere es capaz de recordar todos estos nombres.
Tras un largo día de verificaciones, certificados y aburrida burocracia en general, la mayor preocupación de todos es saber qué peso llevan los demás. El peso mínimo permitido es de 6,5 Kg, pero parece ser que todo el que lleva más de 8 es mirado con asombro y risas por los veteranos de la competición. Como si los nervios y la ansiedad no fueran ya suficientes…
Por lo que nos cuenta Pere, la llegada al campamento es como aterrizar en una película de Hollywood. Tras un día entero de viaje en bus por el desierto, de repente te encuentras en medio de un campamento con 120 jaimas para los corredores, 100 tiendas de campaña de la organización, 44 médicos, y 719 hombres y 130 mujeres disfrazados como Joan en la foto anterior (aunque sin croquetas) pululando por ahí. ¡Menudo ambiente!