Así nos describía Aurelia las sensaciones a la vuelta del viaje de Senderismo en Sicilia e Islas Eolias.
Viajando en tren, minibús, barco, ferry y sobre todo a pie, esta Semana Santa dedicamos 9 días para recorrer Sicilia y las islas Eolias. Esta parte del mediterráneo, fuente de inspiración para griegos y romanos, es el palco de nuestro viaje de Senderismo en los volcanes donde combinamos la ascensión al Etna, la visita al Stombroli y restos arqueológicos griegos y romanos.
El volcán Etna es visita obligatoria para todos los amantes de la vulcanología. Se trata del volcán más activo de Italia y uno de los más activos del planeta, apenas superado por los grandes volcanes asiáticos. Una de las peculiaridades que distinguen al Etna es la existencia de multitud de cráteres laterales.
La isla de Stromboli tiene una altura máxima de 2.000 metros, pero el volcán está a poco más de 900 metros sobre el nivel del mar. No es necesario ninguna preparación física especial y el mal de altura no supone problema.
Un «paseo» de 4 horas que se realiza al atardecer para poder asistir una gran depresión en forma de herradura en la cara noroeste del cono del volcán. Por ella descienden bloques de lava y fuego hasta el mar cuando el volcán despierta, aterrorizando a los moradores vecinos.
“Sciara del fuoco” como primera aproximación a la actividad volcánica de la isla.
Hay que recordar que la amenaza de Tsunami es real en esta parte del mediterráneo. La Isla de Sicilia y la costa de Calabria están densamente pobladas y ya fueron afectados por la última erupción del Stromboli en el 2002.
La ascensión al volcán Stromboli está estrictamente reglamentada y sólo es posible con una ascensión guiada por guías vulcanológicos y en grupos de máximo 20 personas. En función del estado del volcán, puede que la ascensión no esté autorizada y sólo es posible subir hasta el punto donde sea permitido en ese momento del viaje.
Durante 9 días, además de ascender los volcanes Etna y Stromboli, visitaremos las ciudades arqueológicas de griegos y romanos. Durante la semana santa el clima es ideal y la afluencia de visitantes es menor que en verano.
Siracusa, capital de la Magna Grecia y patria de Arquímedes, Taormina, magnífica ciudad medieval sobre el mar y Lípari, con una visita obligada al volcán Vulcano.
La ascensión a los volcanes se puede hacer durante todo el año, pero en los meses de abril, y mayo al igual que septiembre y octubre, la temperatura es más agradable y es posible tomar un baño refrescante en el mar después del trekking.
Durante los meses de verano, hay que reservar la ascensión a los volcanes con mucha antelación, ya que el número de visitas permitidas es limitado. Las playas están llenas de turistas y existe muchísima vida en la calle con una oferta gastronómica casi infinita. Los precios son sensiblemente más elevados en verano.
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