El desierto argelino no es un entorno lógico para lo que se entiende como unas vacaciones navideñas; allí no hay vida urbana; no hay luces en las calles, ni cabalgatas de reyes. El viajero buscando desierto durante las fechas de navidad es porque busca hacer un paréntesis.
Desde la década de los 80, cuando pasamos nuestro primer final de año en el Sahara argelino, intentamos compartir con vosotros esta experiencia.